Los primeros días de noviembre son ideales para fotografiar el otoño en todo su esplendor.
Para sacar esta foto tuve que pedirle a mi amigo que parase el coche y poder bajarme, cuando me di cuenta de que no tenía batería suficiente en la cámara (sí, error de principiante, lo sé). Volvimos al pueblo a por la pila que tenía cargando y entonces sí, pude hacer la dichosa fotografía. Creo que mereció la pena.
Hola. Soy aficionado a la fotografía desde hace unos cuantos años, me gusta tanto en color como en blanco y negro, ambas tienen su encanto. He leído algo sobre la técnica, aunque a decir verdad, me falta bastante para dominar la máquina al 100%, sencillamente, me gustan las imágenes que me digan algo. Agradecería mucho cualquier crítica, comentario o consejo, o simplemente por qué sí o por qué no os gustan las imágenes que veis: todo vale para aprender e intentar mejorar. Un saludo.
Un olvido como ése supone que una fotografía como ésta resulte única. Enhorabuena. La luz justa, la hojarasca alineada y la frondosidad de un sotobosque casi salvaje. Y, para redondear la escena, un riel de carretera sinuoso e irreverente con las otras líneas. Cuando salen fotos como ésta, uno no deja de asombrarse.
ResponderEliminarAntonio.
Que foto más bonita!!!!
ResponderEliminarUno que es un aprendiz de aprendiz con la cámara no dejo de asombrarme cuando ve semejante belleza atrapada y expuesta para el deleite del personal.
Felicidades y gracias por compartirla