viernes, 26 de agosto de 2011

Ayer y hoy

Uno, amante de las películas de romanos desde la niñez, andaba por Roma con la boca abierta, fascinado ante todo lo que se le ponía delante de la vista. Allí estaba, ante mí, lo que había visto y oído sobre el antiguo esplendor de La Ciudad Eterna: el Circus Maximus (¡qué carreras de cuádrigas de Charlton Heston!), el panteón, el foro, las termas y, sobre todo, el Coliseo, donde estuve absorto un buen rato, intentando visualizar lo que habría sucedido allí.
La foto me gusta por el contraste entre dos épocas y también por el contraste de la luz del atardecer.

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